Después de dos años en los que no era posible celebrar la fe de manera comunitaria y presencial, con mucho gozo y júbilo se celebró la Misa Crismal en la Iglesia Catedral La Inmaculada. En esta ceremonia litúrgica los sacerdotes hicieron la renovación de las promesas sacerdotales, se bendijeron los santos óleos y se consagró el Santo Crisma, que son los aceites que se usarán en la celebración de los sacramentos del Bautismo, Confirmación, unción de los enfermos y orden sacerdotal.
La totalidad del presbiterio diocesano, los seminaristas, los candidatos al Diaconado Permanente y comunidades religiosas, vivieron este momento con mucha alegría y agradecimiento al Dios de la vida por permitir una vez más reunirse como comunidad diocesana.
También se contó con la presencia de las delegaciones de las diferentes parroquias de la diócesis, las cuales manifestaron su emoción por poder reunirse como Pueblo de Dios para celebrar la fe. Al final del acto litúrgico y como es tradicional en la Diócesis de Barrancabermeja, se realizó la Colecta Campaña Comunicación Cristiana de Bienes, recibiendo la ofrenda de las diferentes comunidades.
Monseñor Ovidio Giraldo Velásquez, Obispo de la Diócesis de Barrancabermeja, quien presidió la Santa Eucaristía, compartió su gozo espiritual por la gracia de poder celebrar con la presencia de los fieles de la Diócesis. A su vez, hizo la invitación a celebrar la fe de manera presencial, pero sin olvidar los protocolos de bioseguridad y todos los cuidados necesarios hasta que pase de manera definitiva la pandemia del Covid-19.